The Happy Huha

La Escuela, templo do imperan las verdades
Do existe una divisa
¡La Ciencia y el Saber!
Do formase las almas
Inspiranse las mentes y con anhelo santo, se instruye la Mujer.

¡La Escuela! Aquí llegamos mezquinas e ignorantes
sin conocer la senda que guía el bien y el mal
cubiertos nuestros ojos con verdad obscurecida
buscando en el estudio la vida intelectual.

La Ciencia, esa palabra que ofrece a nuestra vista un mundo de belleza
Un mundo de esplendor
¿Sabeís cómo se alcanza?
Por medio del estudio que es término y principio
Que es Mérito y ¡Honor!.



Esta poesía es un fragmento que escribió Aurelia Cordero Marfoulle , se preguntarán quién es ella, pues bien, ella es mi tatarabuela. El porqué de que la publiqué es muy significativo, primero porque sólo mi abuelita se la sabe, y pronto su memoria no retendrá ni una palabra de ella, segundo porque no está registrada en ningún lado y realmente es una pieza histórica literaria,
puesto que fue escrita a finales del 1800. Por otro lado la poesía (a pesar de que no está entera) refleja algo maravilloso...Fue escrita por una mujer que trabajó en una de las primeras escuelas de niñas en La Serena, ella las instruía en los tiempos en que no se estudiaba pedagogía para ser una educadora, cuando enseñar era una vocación, cuando las mujeres no trabajaban, cuando la mujer no votaba, cuando la mujer era mantenida y sometida por el marido , preñada año tras año y donde las canas emblanquecían bellas cabelleras antes de los veinte años...Realmente ésta poesía nos revela que existían mujeres que querían enseñar un mundo diferente a las demás, mostrar que no sólo se era capáz de cocinar, limpiar y criar niños. Esta poesía nos muestra que no había que temer al conocimiento y que la mujer podía luchar por tenerlo. Esta poesía me llena de orgullo, porque gracias a mujeres como mi tatarabuela hoy soy una mujer con derechos y con la libertad de poder sobre mi vida. Gracias Aurelia.